La vida no consiste en encontrarte a ti mismo.
La vida es crearte a ti mismo.
George Bernard Shaw

sábado, mayo 12, 2007

Saber contar

Se cuenta que un grupo de diez sabios decidieron hacer un viaje juntos para compartir su sabiduría y enriquecerse mutuamente intercambiando sus herramientas de aprendizaje y metodologías.

Pero también querían divertirse y una de las noches acudieron a una ciudad en la que se celebraba una fiesta local. Cenaron copiosamente, bebieron, bailaron y de madrugada se dispusieron a volver a su campamento situado al otro lado de un gran río.

Para cruzarlo, tomaron una barcaza que había atada a un árbol y fueron remando un poco confundidos por la niebla que les rodeaba. Finalmente llegaron bastante mareados y algo dormidos, a la orilla opuesta y ya en tierra decidieron contarse, en medio de bromas y carcajadas, por si acaso alguno había caído al agua. Pero al hacerlo descubrieron que solamente eran nueve. ¿Dónde estaba el décimo de ellos?

Buscaron entre los arbustos y la maleza que crecía al borde del río pero cuando volvieron a contarse seguían siendo nueve. La situación era angustiosa. Uno de ellos se había extraviado definitivamente. Comenzaron a gimotear y a quejarse culpabilizándose de no haberse mantenido sobrios.

Entonces llegó el barquero que les había facilitado la embarcación y observó a los sabios que otra vez se estaban contando. El barquero descubrió enseguida lo que estaba pasando . Resulta que cada hombre olvidaba contarse a sí mismo. Así que les fue propinando una bofetada a cada uno de ellos y les instó a que contaran de nuevo. Fue en ese instante cuando contaron diez y se sintieron contentos de estar ya lo suficientemente despiertos como para no olvidarse de si mismos.

(Adaptación libre de un relato de la tradición hindú)

miércoles, mayo 09, 2007

El amor después del amor
Derek Walcott*
Traducción de Antonio Resines y Herminia Bevia

El tiempo vendrá
cuando, con gran alegría,
tú saludarás al tu mismo que llega
a tu puerta, en tu espejo,
y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,

y dirá, siéntate aquí. Come.
Seguirás amando al extraño que fue tú mismo.
Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor
a ti mismo, al extraño que te amó

toda tu vida, a quien no has conocido
para conocer a otro corazón, que te conoce de memoria.

Recoge las cartas del escritorio,
las fotografías, las desesperadas líneas,
despega tu imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.


*Derek Walcott (Castries, isla de Santa Lucía, 1930) Poeta y dramaturgo antillano. Huérfano de padre al poco tiempo de nacer, vivió en el seno de una familia humilde. Siendo aún adolescente, publicó su primer poema en un periódico local, y cuando tenía dieciocho años costeó él mismo la edición de un pequeño poemario. Poco después, en 1949, logró estrenar su primera obra teatral, Henri Christophe, en la que recreaba la vida y la experiencia de poder del caudillo haitiano. Hacia 1950 inició sus estudios en la Universidad de las Indias Occidentales de Jamaica y poco después pasó a residir en Trinidad, donde se dedicó a la crítica artística y literaria. En 1962, la publicación de la antología In a green night en el Reino Unido le dio gran notoriedad, como poeta que reivindicaba las raíces africanas. Entre sus libros de poesía destacan Uvas de mar (1976), El reino de la manzana estrellada (1979), El viajero afortunado (1981) y Omeros (1990). En su producción dramática sobresale Sueño en la montaña del mono (1970). En 1992 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.