La vida no consiste en encontrarte a ti mismo.
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George Bernard Shaw

domingo, noviembre 29, 2009

Escándalos en el arte

Escándalos en el arte

Cuatro siglos de religión, política, estética y sexo. Obras rechazadas por las comunidades en las que fueron producidas, pero que "paradójicamente" se convirtieron después en íconos de la historia
Pinturas escupidas por el público, desnudos tapados con telas, museos atacados, artistas desterrados del ambiente académico, críticas negativas y otros actos de repudio acompañaron a muchas obras de arte que, con el tiempo, se volvieron íconos de la historia del arte mundial.

Mariana Rodríguez Iglesias, historiadora del arte, investigó sobre este tema y lo plasmó en un curso -Escándalos en el Arte- que dictó, por intermedio del espacio Dos Puntos, en el Palais de Glace.
Desde Miguel Angel hasta la actualidad, Rodríguez Iglesias repasa y analiza las obras más controvertidas en los cuatro siglos de la historia del arte mundial.
El conjunto de obras que propone la investigadora generaron escándalo, fueron ampliamente rechazadas por la comunidad en la que se produjeron. Pero, paradójicamente, más tarde resultaron absorbidas por la historia del arte como íconos. Según Iglesias, "son obras que finalmente corrieron los límites de la historia porque el contexto que las contenía esperaba otra cosa de ellas. Hoy, El Juicio Final de Miguel Angel está en la Capilla Sixtina. Si eso no es consagración, ¿qué lo es?", ejemplifica.A Miguel Angel le encargaron esa pintura en un momento en que la Iglesia se encontraba en un proceso de mucha fragilidad porque, con el avance de los luteranos, los fieles católicos mermaban. En medio de la discusión sobre cómo debían pintarse los ángeles, qué se podía volcar a un cuadro y qué no, el maestro del Renacimiento decidió representarlos a todos desnudos. "Eso fue un escándalo: imaginar que en la cuna de la cristiandad, en el Vaticano, un artista desafiara toda la defensa de la Iglesia. El lo hace porque en realidad tiene mucho más placer por lo escultórico que por lo pictórico, y esos cuerpos parecen en tres dimensiones. Quería demostrar que era mejor que los demás en el manejo de la anatomía", explica la historiadora.
El desafío a la autoridad máxima quedó frustrado porque, hasta el día de hoy, en la Santa Sede los desnudos están tapados.
En el plano local, Emilio Pettoruti fue abucheado al traer una muestra de corte futurista de Florencia, cuando todos esperaban ver obras clásicas de París y Roma. La muestra fue escupida y cerrada al público. "Trajo el cubismo; no lo entendieron. La muestra que se iba a exhibir en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes de la calle Maipú fue sólo con invitación. El vaivén del rechazo a la aceptación exige un cambio en el horizonte de expectativas de quienes reciben la obra", dice la historiadora.
Hoy, a Pettoruti se lo reconoce como el primer artista abstracto latinoamericano."No fue adonde esperaban que fuera y no vio lo que esperaban que viera. Cuando volvió, en 1924, trajo cien obras de técnicas modernas y mostró algo que no imaginaban", agrega Rodríguez Iglesias sobre Pettoruti.
Y si esto fue poco, a Prilidiano Pueyrredón, el principal artista de la propaganda de Rosas y primer retratista de Manuelita, se lo dejó de lado por perverso. Eso pasó cuando se conocieron sus pinturas La siesta y El baño, donde pinta a su criada y concubina bañándose desnuda. Pueyrredón fue un erudito, autor de la nueva Plaza de Mayo y de importantes obras de ingeniería de la ciudad, pero nunca se lo terminó de aceptar porque se conocían sus gustos por las fiestas; era muy liberal y vivía en concubinato con su criada.
En el último tramo, el contemporáneo, Iglesias habla sobre los escándalos con obras de artistas tales como Duchamp, Damien Hirst o Maurizio Cattelan, quienes, desde sus obras, se erigen contra lo religioso o contra lo moral o tratan temas vinculados con el sexo o la muerte de animales.Como el urinario de Duchamp, que solía estar en una ferretería y no en un museo; el tiburón en formol de Damien Hirst, que podía estar en el museo de Ciencias Naturales, o la Sopa Campbell de Warhol. Obras como éstas causaron tanto enojo en el público que llegaron a poner en duda la definición del arte. "Cuando llega esta parte, la de hablar de las rupturas actuales, los asistentes del curso se alborotan mucho más, se plantean interesantes discusiones y hasta algunos se enojan conmigo", sonríe Mariana Iglesias.
Pero con 400 años de diferencia, la religión parece seguir marcando el camino de las obras que generan más conflictos. En 1536 se censuró el fresco de Miguel Angel y en 1999, el público entraba a una sala de exposición en Milán para intentar salvar al papa Juan Pablo II del meteorito de resina poliéster que lo aplastaba, esculpido por Maurizio Cattelan.El ejemplo argentino actual es el de la muestra de León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta en 2005, en la que, además de haber resultado agredidos el artista y la obra, se cerró la muestra antes de lo pautado. Casos paradigmáticos Los renacentistas Mars Et Venus Marcantonio Raimondi - 1524 (de la serie de I Modi)
El éxito de circulación puede llevar a la cárcel. Marcantonio Raimondi, del círculo de Rafael, ejecuta 16 grabados eróticos acompañados por sonetos amorosos. Lo que hizo escándalo no fue tanto el velo levantado sobre el retozo de una pareja moderna y sus variados modos y posturas, sino el mismo soporte de esta estampería hecha incontrolable. Juicio final

Miguel Angel Buonarroti - 1536 Fresco, medidas: 14,83 x 13,30 M. Muro testero de la Capilla Sixtina del Vaticano
Cinco veranos después de comenzar la tarea, Miguel Angel por fin revela la obra que lo tenía tan ocupado. El estupor de la concurrencia se fue generalizando como el eco de un grito bajo el glorioso techo donde un Dios que crea con las manos y un hombre recientemente dado a la vida se tocan los dedos. El escándalo estaba a la vista de todos: esas figuras ultramusculosas (como era el gusto del maestro) estaban completamente desnudas. Eran tiempos difíciles para la cristiandad, amenazada por el cisma protestante del Norte. A casi un lustro de comenzar el interminable Concilio de Trento, había algo que la Iglesia condenaba por encima de todo: el desnudo. En 1559, todavía vivo "el divino" Miguel Angel y cuatro años antes de que el Concilio terminase, el papa Pablo IV ordenó a un aprendiz del maestro, Daniel Volterra, que pintara unos velos ocultando las indecorosas desnudeces. Aquella tarea hizo que desde entonces se haya conocido al pintor como il braghettonne. Cena en casa de Levi

Pablo Veronese - 1573 Oleo sobre tela
Originariamente, el cuadro de Veronese Cena en casa de Leví debía llamarse La Santa Cena, pero la Inquisición encontró motivos para llamarle la atención al pintor, quien finalmente cambió el título, no sin antes declarar: "Nosotros, los pintores, tomamos la imaginación, que es patrimonio también de los poetas y los locos. Imaginación, inventiva, y no herejía". La muerte de la virgen
1605-6 - Caravaggio Oleo sobre telaCaravaggio conoció de cerca el escándalo en numerosas oportunidades, dentro de su búsqueda de una plástica que reflejara su particular manera de entender lo religioso: cercano a la naturaleza, a lo real, pero también al pueblo y lo abyecto. La muerte de la Virgen fue rechazada en su destino original, una capilla de la iglesia de Santa María Della Scala. Existía el rumor de que la modelo utilizada era una mujer ahogada en las aguas del Tíber. A todas luces, una modelo de categoría indigna para representar a la Virgen. ¡Y para colmo con los pies asomando de su camilla! Caravaggio estaba al tanto de que la representación de una Virgen hinchada por la muerte sería rechazada en un ámbito donde se evitaba ese término, y en su lugar se empleaba "dormición" o "tránsito". Los modernos Bonjour, Monsieur Courbet
Gustave Courbet - 1854 Oleo sobre tela
El padre del realismo se burla de la teatralidad académica: un pintor en mangas de camisa, como un trotamundos, le da la espalda al espectador en momentos en que dos señores burgueses -tanto mejor vestidos que él- se detienen para saludarlo. Un combo ideal para el escándalo. A los academicistas este cuadro les pareció simplemente infantil. Hoy diríamos que podría ser una imagen de ilustración para la revista Billiken. Sin embargo, aquí Courbet está haciendo una declaración de principios a partir de una provocación: buscaba molestar al burgués, sacándolo de las convenciones, evadiendo las actitudes elegantes, la fluidez de la línea y los colores sugestivos. Buscaba acercarse, así, a un realismo sin pompas ni academia. El almuerzo sobre la hierba
Edouard Manet - 1863 Oleo sobre tela. Medidas: 208 X 264,5 Cm
¿Pero es que Manet se olvidó de cómo se pinta correctamente? En la primavera de 1863 se inauguró el Salón de los Rechazados, que abrió sus puertas a las víctimas del jurado académico. Los críticos de este cuadro no pudieron ponerse de acuerdo sobre qué cosa molestaba más: si la cándida desnudez de esta mujer, que nos mira fijamente y así destruye toda posibilidad de deidad, o la negligencia en el tratamiento de la perspectiva, el dibujo y el acabado. La esposa del artista
Henry Matisse - 1905 Oleo sobre tela
Combinación del paradigma de su estilo, el colorido salvaje, con un tema completamente privado e íntimo, el retrato de su esposa; la composición donde retrata a su mujer desviando ligeramente su mirada del frente, tranquila, pero al mismo tiempo en tensión, aloja en su vibrante bidimensión los elementos que hicieron de la pintura de Matisse algo tan particular. Argentinos Manuelita Rosas
Prilidiano Pueyrredón - 1851 Oleo sobre tela. Medidas: 199 X 166 Cm. Colección del MNBA
Marketing político y provocación íntima. En este retrato de aparato podemos percibir la omnipresencia de la imagen del general Juan Manuel de Rosas, padre de la retratada. Y a ella, como verdadera figura mediadora y partícipe de una incipiente esfera pública. Este cuadro es pura propaganda política y fue realizado para ser exhibido durante un baile de la hija del gobernador. Al final del baile, se entregaría una litografía con la fiel reproducción como souvenir y elemento de adhesión al régimen. Es mucho menos lo que sabemos de sus dos cuadros escandalosos, La siesta y El baño, donde retrata estos nuevos hábitos modernos en las figuras de una mujer representada sin ningún rasgo de idealización. Por otra parte, se decía que su modelo era su criada y amante. En La siesta se acerca a lo pornográfico en la representación de dos mujeres (pero la misma modelo) desnudas y descansando a pie tendido. El despertar de la criada
Eduardo Sivori - 1887 (Le lever de la Bonne), Oleo sobre tela.Medidas: 198 x 131 Cm. MNBA
El despertar... había sido enviado al Salón de París de 1887, donde no tuvo mayor reconocimiento, aunque sí un fallido paso por la caricatura gráfica. En uno de los periódicos que reseñaban el Salón aparece reproducida la criada de Sívori en el borde de una cama de hierro. Bajo la viñeta se podía leer "Le lit est de fer, mais pas le rest!" (La cama es de hierro, ¡pero no el resto!). En el ambiente artístico porteño, esta pintura fue un verdadero escándalo debido a la representación de los detalles del cuerpo de una mujer de clase baja, en tamaño natural, apelando a una descripción directa de la realidad. Pensada para ser la protagonista de una gran muestra, tuvo que ser exhibida a puertas cerradas. La canción del pueblo
Emilio Pettorutti - 1927 Oleo sobre madera, Colección MALBA, Fundación Constantini
Mientras la mayoría de los becarios que viajaban a Europa elegían París o Roma como ciudad para la incorporación de los estilos en voga, Pettoruti elige Florencia (Italia), cuna del diseño, el dibujo y la composición. Tras varios años de relacionarse con el cubismo y el futurismo, Pettoruti regresa a su ciudad (1924) con el inminente proyecto de una exposición donde mostraría más de 100 obras, la mayoría en un lenguaje abstracto, futuro-cubista. La exposición fue incomprendida y lo que colgaba de las paredes no podía ser más que una burla, un insulto, y para colmo, resultado de una beca costeada por el Estado. Un espectador resuelve su escandaloso enojo escupiendo en una obra, y así se pone fin a esta accidentada inauguración de la vanguardia plástica en Buenos Aires. Contemporáneos La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo
Damien Hirst - 1991 (The Pshysical impossibility of death in the mind of someone living). Tiburón tigre, acero, cristal, solución de formaldehido al 5%. Medidas: 213 X 518 X 213 CM
Padre del escándalo contemporáneo, Damien Hirst solicita a un cazador de tiburones australiano que le traiga "un tiburón lo suficientemente grande como para comerme". La obra de Hirst es escandalosa, pero también se ve inscripta en una línea alegórica vigente desde el siglo XVI. Es el Vanitas, el recuerdo del momento fugaz y en fuga, la inminente y democrática muerte. El tiburón-tigre es, ni más ni menos, que eso: la búsqueda de la inmortalidad sumergida en un prisma de formol. La Nona ora
Maurizio Cattelan - 1999 Resina poliester, cabellos naturales, accesorios, piedra y alfombra. medidas variables
El público no puede separar la persona del personaje: es lo que esta obra produjo, sea por la veracidad de la representación o por la imagen del papa Juan Pablo II y la angustiante situación en que se encuentra. Esta obra fue consagrada en 2000 por la Royal Academy of Arts, de Londres, en la exposición Apocalypse -Beauty and Horror in Contemporary Art (Apocalipsis - Belleza y horror en el arte contemporáneo). Cuando la obra viaja a Varsovia, es reprobada por dos piadosos miembros del Parlamento polaco, quienes ingresan en la sala para socorrer la figura del Papa, retirar el meteorito y tratar de enderezar su cuerpo. Palabra tapada
Santiago Sierra - 2003 Pabellón español, L bienal de Venecia (Italia)
Empleando plástico negro y cinta de embalar, Santiago Sierra tapó la palabra "España" de la entrada del pabellón y colocó una pared a la manera de tapiado de la puerta de entrada. Como si todo esto fuera poco, y si todavía quedan ganas de ingresar en el recinto donde se supone está el arte español contemporáneo representado, dos guardias tienen órdenes de dejar pasar únicamente a quienes se acrediten con documentación legal como ciudadanos españoles. El chiste de humor negro es que al ingresar (en caso de haber demostrado la condición de español) se observa la vastedad de un espacio vacío, abandonado, de muros desnudos y habitado únicamente por las huellas de la exposición anterior.


Por Sabrina Cuculiansky Textos sobre obras Mariana Rodriguez Iglesias
Más datos: www.espaciodospuntos.com.ar

FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1203758